Misión

EL ISEHF, como Institución de Educación Superior de la Compañía de Jesús, tiene como MISIÓN, acompañar la formación del pensamiento paraguayo, tanto en el ámbito de la reflexión crítica, «aprender a pensar», como en el acto ético del servicio, «aprender a servir» para la convivencia de paz y justicia en la sociedad, mediante el estudio de la Filosofía y la formación de formadores, con pensamientos críticos, competentes y comprometidos con la transformación de las estructuras sociales injustas.

Visión

El ISEHF tiene como VISIÓN, la búsqueda de constituirse en un centro de reflexión, investigación y docencia que, desde el servicio de la fe y la promoción de la justicia, ofrece una educación de calidad para formar personas comprometidas con la construcción de una sociedad más igualitaria y fraterna. Es el ámbito de la realización de la misión de la Compañía de Jesús, tal como hoy ésta la  concibe: el servicio de la fe y la promoción de la justicia, en un diálogo intercultural e interreligioso.

Historia

El lunes 10 de marzo del año 1997, el Centro de Estudios Propedéuticos de la Compañía de Jesús (CEPHSI) se convertía en el Instituto Superior de Estudios Humanísticos y Filosóficos (ISEHF).

En aquel inicio del proyecto educativo del ISEHF, el objetivo que se proyectaba en el horizonte fue el de acompañar la formación del pensamiento paraguayo, tanto en el ámbito de la reflexión crítica, “aprender a pensar”, como el acto ético del servicio, “aprender a servir” para la convivencia de paz y justicia en nuestro país. De ahí, se abre el campo humanístico-filosófico de enseñanza superior concretado en el estudio de la filosofía con proyección a una futura licenciatura; y la formación en el profesorado en Filosofía y Educación Ética y Ciudadana.

Desde aquel incipiente comienzo como Instituto Superior hasta la fecha, el ISEHF ha contado con 6 directores, siendo su primer director el P. Kevin O’Higgins; 150 profesores, 15 personal técnico y administrativo.

Por otra parte, han pasado por las aulas del ISEHF, un total de 1.750 estudiantes en filosofía. De los cuales, 55 recibieron sus títulos de licenciado en Filosofía”, 180 estudiantes han recibido el título de profesor de Filosofía y de Educación Ética y Ciudadana, 30 estudiantes recibieron el título de profesorado en Ciencias Sociales.

A partir del año 2014 se ha dado inicio a la maestría en Gestión y Dirección Educacional, juntamente con la Universidad jesuita Alberto Hurtado de Chile, con la oferta de una doble titulación. De esta manera y gracias a esta propuesta educativa, 140 profesionales de la educación han recibido el título de magíster en Gestión y Dirección Educacional”. En este año 2022, nos disponemos a dar inicio a la octava cohorte de dicha maestría.

Perfil del Graduado

A través del recorrido curricular el egresado adquirirá una capacitación que le permitirá desarrollar competencias ligadas a la adquisición de saberes de su ámbito de formación, la incorporación de habilidades y la inserción profesional con una perspectiva situada y una visión integral, donde se desarrollan en estos valores institucionales: 

Utilitas

Graduados con un buen desempeño profesional, competentes y “útiles” a la sociedad.

a) Buenos profesionales que desarrollen la pasión por conocer, con rigor intelectual, que sabe trabajar en equipo y le da un sentido social y de servicio a su profesión, con iniciativa, creatividad, espíritu de innovación y de utilidad a la sociedad.

b) Formados en el espíritu de la excelencia y exigencia, capacidad crítica, con rigor intelectual, carácter abierto y global, que se ocupe de formar a más y mejores líderes en todos los ámbitos de la vida.

c) Personas competentes para afrontar los problemas técnicos, sociales y humanos a los que se enfrenta todo profesional, con una formación integral, de la mente, de la voluntad, de la sensibilidad humana, la ética y la estética.

Humanitas

Graduados con un estilo de vida de profesional que sean conscientes, competentes, compasivas y comprometidos.

a) Personas humanas, conscientes de sí mismas y del mundo en que viven, capaz de desarrollar una “calidad” humana donde se combinan conocimientos, criterios, equilibrio y profundidad, generando así personas serenas, coherentes, fiables y capaces de vivir los valores humanos fundamentales en un ambiente de diálogo.

b) Personas con valores basados en el humanismo cristiano, con integridad y responsabilidad profesional, con un comportamiento ético personal y profesional, basado en el respeto mutuo, la defensa de los derechos humanos y la inclusión social. 

c) Personas con profundidad de pensamiento e imaginación creativa, con una visión innovadora, con espíritu emprendedor, líderes, que puedan poner en marcha nuevas ideas, con una actitud crítica y creativa, para la construcción de un mundo mejor.

Iustica

Graduados que perciben, piensan, juzgan, eligen y actúan a favor de los derechos de los demás, especialmente de los más vulnerables de la sociedad. 

a) Graduados con una visión suficientemente amplia y profunda de los problemas que atañen al desarrollo de los pueblos, con un liderazgo de tal calidad humana y profesional que promuevan un desarrollo auténticamente humano y sostenible.

b) Hombres y mujeres para los demás y con los demás, que conciban su profesión como un servicio a la sociedad, tanto local como global; que sepan ver y escuchar, oler y entender la realidad; y que luego actúen para hacer que nuestra sociedad sea un poco mejor.

c.) Graduados que vivan un compromiso profundo con lo real, sensibles a las aspiraciones e inquietudes de nuestros contemporáneos, con capacidad de compasión, solidarios y comprometidos con la justicia.

Fides

Graduados con una fe que atraviesa el desarrollo paciente y apasionado de la adquisición de competencias propias de la profesión, la promoción de la justicia y el marcado sentido humanista de sus acciones.

a) Personas con convicciones arraigadas, con una apertura explícita a la pregunta sobre el sentido de la existencia y a la cuestión de Dios; sensibles al Evangelio y al cristianismo, a sus valores y propuestas, capaces de abrir su corazón para asumir sobre sí el sufrimiento que otros viven y comprometerse en proyectos de vida que dan plenitud a la vida. 

b) Personas abiertas a Dios, que salen de sí mismas y miran a los demás como hermanos y hermanas de todos y al mundo como creación de Dios. Personas nuevas, con vocación de servicio y agentes de cambio.

c) Personas con capacidad de interiorización y cultivo de la vida espiritual con actitud de discernimiento que favorece actuar en practicidad y claridad frente a situaciones y planteamientos confusos o ambiguos, tanto en el campo de lo político, social, económico, técnico, ético, ideológico, lo religioso y el planteamiento de las cuestiones últimas sobre el sentido de la vida.

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